La clave para que un viaje con niños sea exitoso, es ser flexibles. Por muy organizada que seas y aunque planifiques cada día y hora de tu viaje, lo más seguro es que todos tus planes cambien en algún momento para acomodar a los más pequeños de la familia. 
Pero   viajar con niños  no e s peor que viajar sin ellos, es simplemente distinto, y si sigues los siguientes consejos, podrás tener un tiempo maravilloso en familia.

Considera el tiempo de descanso de tus hijos: Un nuevo destino tendrá muchos lugares por explorar y paisajes por ver, pero si no respetas las horas de descanso tus hijos, nadie disfrutará las actividades que tienes planeadas. 
Respeta el reloj biológico de los niños e intenta mantener en lo posible su rutina diaria.

Ayúdalos a entender el concepto: Los niños y bebés no tienen control sobre muchas cosas en sus vidas por lo que aprecian la rutina y saber exactamente que pasará (¿te has dado cuenta que disfrutan ver la misma película una y otra vez?). Intenta que el viaje, (especialmente si visitas distintas ciudades o países) no sea cien por ciento una sorpresa. Prepáralos semanas antes explicándoles el lugar o lugares que visitarán y explícales el concepto de las vacaciones. Recuerda que los niños están aprendiendo cómo funciona el mundo y que tú les expliques que los viajes o vacaciones son algo temporal, puede ayudar a que éstos acepten mejor la aventura.

Incluye panoramas exclusivamente para ellos: Si tus hijos disfrutan ir a la plaza de juegos, llévalos a una en tu destino. Si disfrutan ver una película por la tarde, deja espacio para que esto sea posible.

Trae objetos de su vida diaria: Incluir su película favorita, la cobija con la que duermen, libros y juguetes que ellos disfrutan, ayudará a que los menores se sientan más cómodos.

Viste a los niños con ropa cómoda y aliméntalos bien: Generalmente los viajes involucran mucho movimiento por lo que ropa flexible ayudará a mantener a los niños cómodos y felices. Ten siempre agua y snacks saludables en tu cartera para darle a los niños en caso de que tengan hambre. Recuerda que si están activos todo el día pueden necesitar más comida o líquidos de la que necesitan normalmente.

Acepta que los planes pueden cambiar: Aunque quieras mucho visitar el último museo que te queda de la ciudad, si tus hijos no se están sintiendo bien, lo más probable que una tarde relajada en el hotel sea la mejor opción. Recuerda que siempre puedes volver a los lugares que no lograste visitar.

Si tus hijos aún no van a la escuela o guardería, aprovecha la flexibilidad que esto significa y viaja en temporada baja: Los precios serán mejores y habrán menos multitudes en las atracciones turísticas.

Evita los tiempos de espera: Por suerte, en los aviones, las familias con niños pueden entrar antes, pero este no es el caso en todas partes. Si vas a un hotel intenta hacer el check in en línea, y si vas a un parque de diversiones invierte en los tickets que te permiten evitar las filas. Los niños apreciarán no tener que esperar mientras los adultos hacen trámites.

No olvides tener un plan de encuentro: Crea un plan a seguir en caso de que los niños se separen del grupo familiar. Indícales qué deben hacer en caso de que estén perdidos: no moverse del lugar en el que están y hablar con un policía si pasa alguno por el lugar en que se encuentran. Además, los niños deberían saber (o tener en un papel que puedes poner en su bolsillo) el nombre, el hotel o dirección del lugar en el que se están quedando, tu nombre, y si está funcionando, el número de tu celular.